La División de Salud Ocupacional (DSO) tiene por objetivo la gestión de los agentes ocupacionales presentes en los ambientes de trabajo, con el objeto de prevenir las enfermedades profesionales. Actualmente está vigente la N.T.S. N° 068-MINSA/DGSP - V.1: “Norma Técnica de Salud que establece el Listado de Enfermedades Profesionales” del Ministerio de Salud (MINSA).
Los sonidos son vibraciones transmitidas por el aire que pueden ser percibidas por el oído humano e interpretadas por el cerebro. Los sonidos se caracterizan por su intensidad, por el conjunto de sus frecuencias, y por las variaciones de ambas en el tiempo.
Ha sido científicamente comprobado que las exposiciones a ruidos elevados causa disminución y perdida de la audición, que también los niveles bajos pueden causar problemas de tipo fisiológico y comportamental. El ruido también tiene un efecto perjudicial en la comunicación y concentración en el lugar de trabajo, afectando la productividad de los empleados. La incomodidad y las molestias causadas por el ruido se pueden traducir en costos para las compañías. Los empleadores son los responsables por las condiciones de trabajo y por cualquier exposición a ruido de los empleados en su ambiente laboral.
También llamada sonometría, normalmente se toman varias muestras directamente de cada puesto de trabajo en un determinado tiempo corto.
La dosimetría de ruido o dosis de ruido es la cantidad de energía sonora que un trabajador puede recibir durante la jornada laboral y que está determinada no sólo por el nivel sonoro continuo equivalente del ruido al que está expuesto sino también por la duración de dicha exposición.
Por ello, el potencial de daño a la audición de un ruido depende tanto de su nivel como de su duración.
Se realiza con un equipo portátil por lo cual facilita la medición de puestos de trabajo que por sus características, el trabajador se encuentra en constante movimiento en diferentes áreas.
Una iluminación inadecuada en el trabajo puede originar fatiga ocular, cansancio, dolor de cabeza, estrés y accidentes. El trabajo con poca luz daña la vista. También cambios bruscos de luz pueden ser peligrosos, pues ciegan temporalmente, mientras el ojo se adapta a la nueva iluminación. Un tratamiento adecuado del ambiente visual permite incidir en los aspectos de: Seguridad, Confort y productividad.
El grado de seguridad con el que se ejecuta el trabajo depende de la capacidad visual y ésta depende, a su vez, de la cantidad y calidad de la iluminación. Un ambiente bien iluminado no es solamente aquel que tiene suficiente cantidad de luz también se debe de evitar los deslumbramientos.
Cada actividad requiere un nivel específico de iluminación en el área donde se realiza. En general, cuanto mayor sea la dificultad de percepción visual, mayor deberá ser el nivel medio de la iluminación.
El nivel de iluminación se mide con un luxómetro que convierte la energía luminosa en una señal eléctrica, que posteriormente se amplifica y permite una fácil lectura en una escala de lux calibrada.
Un buen flujo de aire en los lugares de trabajo tiene mucha importancia para la productividad y para la salud en el trabajo. Una ventilación adecuada puede ayudar al control de sustancias peligrosas y a evitar la excesiva acumulación de calor.
La eficiencia de un sistema de ventilación depende no sólo de su capacidad total sino también de cómo se cree el flujo de aire y se recoja el aire contaminado o calentado. A menudo, unos simples cambios en la localización de los ventiladores, electro-ventiladores y campanas, o una nueva disposición de las áreas de trabajo, pueden proporcionar notables beneficios.
Es la presión que se ejerce sobre la persona cuando está expuesto a temperaturas extremas ya sea por calor o por frio.
Estrés térmico por Calor
La existencia de calor en el ambiente laboral constituye frecuentemente una fuente de problemas que se traducen en quejas por falta de confort, bajo rendimiento en el trabajo y en ocasiones, riesgos para la salud.
El riesgo de estrés térmico para una persona expuesta a un ambiente caluroso, depende de la producción de calor de su organismo, como resultado de su actividad física y de las características del ambiente que le rodea, que condiciona el intercambio de calor entre el ambiente y su cuerpo. Cuando el calor generado por el organismo no puede ser emitido al ambiente, se acumula en el interior del cuerpo y la temperatura de éste tiende a aumentar, pudiendo producirse daños irreversibles.
El índice WBGT, se utiliza por su sencillez para discriminar rápidamente si es o no admisible la situación de riesgo de estrés térmico, aunque su cálculo permite a menudo tomar decisiones, en cuanto a las posibles medidas preventivas que hay que aplicar.
Estrés térmico por Frío
La exposición laboral a ambientes fríos en la realización de trabajos al aire libre (construcción, agricultura) o en determinados ambientes industriales (cámaras frigoríficas, almacenes fríos, etc.) puede provocar riesgos de tipo térmico, dependiendo de la temperatura y la velocidad del aire.
Esta exposición al frío puede producir desde incomodidad, deterioro de la ejecución física y manual de las tareas, a congelaciones en los dedos de las manos y los pies, mejillas, nariz y orejas (enfriamiento local), aunque la más grave consecuencia de ello es la hipotermia (enfriamiento general del cuerpo).
La exposición a vibraciones de cuerpo entero, es decir, aquellas que el cuerpo recibe cuando gran parte de su peso descansa sobre una superficie vibrante (asiento o respaldo del puesto de conducción de una máquina móvil, plataformas vibrantes, etc). puede causar daños físicos permanentes e incluso lesiones en el sistema nervioso.
También pueden afectar a la presión sanguínea y al sistema urológico. Los síntomas más comunes que aparecen tras un período corto de exposición son fatiga, insomnio, dolor de cabeza y temblores.
La Norma ISO 2631 para vibraciones humanas toman como parámetro de medida la aceleración., trata esencialmente de las vibraciones transmitidas al conjunto del cuerpo por la superficie del apoyo, que puede ser los pies o la pelvis. Su campo de aplicación se centra en las vibraciones transmitidas al cuerpo humano por superficies sólidas en un rango de frecuencias entre 1 Hz a 80 Hz, para vibraciones periódicas, aleatorias, o no periódicas de espectro de frecuencia continuo.
Dado que las vibraciones no son igualmente perjudiciales en cualquier dirección que se produzcan, se define tres ejes que, de forma imaginaria, orientan el cuerpo humano en el espacio tridimensional. De esta forma, las aceleraciones deben medirse en la dirección del eje Z (verticales) y en la dirección de los ejes X e Y (laterales). Los límites de seguridad o confort son diferentes según las vibraciones sean “verticales” o “laterales”.
El intervalo de frecuencias de interés para la valoración de las vibraciones que se transmiten a través del sistema mano-brazo es el acotado entre 6.3 Hz y 1250 Hz.
Son aquellas que no son capaces de producir iones al interactuar con los átomos de un material. Se pueden clasificar en dos grandes grupos.
Dentro de los campos electromagnéticos se pueden distinguir aquellos generados por las líneas de corriente eléctrica o por campos eléctricos estáticos. Otros ejemplos son las ondas de radiofrecuencia, utilizadas por las emisoras de radio, y las microondas utilizadas en electrodomésticos y en el área de las telecomunicaciones.
Entre las radiaciones ópticas se pueden mencionar los rayos láser y la radiación solar como ser los rayos infrarrojos, la luz visible y la radiación ultravioleta. Estas radiaciones pueden provocar calor y ciertos efectos fotoquímicos al actuar sobre el cuerpo humano. Nosotros nos centraremos en la radiación ultravioleta que los últimos años por causa de diversos factores ha estado alcanzado la tierra en valores que perjudican seriamente nuestra salud y supervivencia.
Entendemos por polvo la dispersión de partículas sólidas en el ambiente. Cuando estas partículas son más largas que anchas, hablamos de fibras. La exposición a polvo en el lugar de trabajo es un problema que afecta a muchos y muy diversos sectores (minería, fundición, canteras, textil, panaderías, agricultura, etc.). Tradicionalmente, las neumoconiosis (enfermedades por exposición a polvos) han sido consideradas como profesionales. Se producen muchos otros casos de enfermedades respiratorias (asma, bronquitis crónica, enfisema pulmonar) en las que la exposición laboral a polvo juega un papel importante y, sin embargo, se consideran enfermedades comunes.
Polvo Respirable: Definimos polvo respirable la parte de polvo total suspendida en el aire que alcanza, por su pequeño tamaño (Menor a 5u), los alveolos pulmonares depositándose en ellos. El resto es retenido por las mucosas del aparato respiratorio o sedimentan por gravedad.
Polvo Inhalable o Total: Lo definimos como el polvo de hasta 100um, como la fracción de partículas en el aire que pueden entrar por la boca y la nariz durante la respiración, y por tanto depositarse en cualquier lugar del aparato digestivo.
La sílice cristalina es un componente básico de tierra, arena, granito y muchos otros minerales. El cuarzo es la forma más común de la sílice cristalina. La cristobalita y la tridimita son dos otras formas de la sílice cristalina. Las tres formas pueden convertirse en partículas que se pueden inhalar cuando los trabajadores, tallan, cortan, perforan o trituran objetos que contienen sílice cristalina.
La sílice cristalina ha sido clasificada como carcinógena para el pulmón humano. Además, el hecho de respirar el polvo de sílice cristalina puede causar silicosis, que en sus aspectos más severos puede resultar en la discapacidad o la muerte. El polvo de sílice respirable entra en los pulmones y crea la formación de tejido de cicatriz reduciendo la capacidad de absorción de oxígeno por los pulmones.
El humo de la soldadura contiene contaminantes que pueden dañar las vías respiratorias, los pulmones y el sistema nervioso e incluso provocar cáncer. Los daños son muy graves. En muchos casos los síntomas pueden tardar meses -incluso años- en manifestarse. La prevención pasa por una correcta ventilación del proceso, combinada con el uso de EPP.
Los posibles accidentes y enfermedades profesionales a los que se expone el trabajador dependen de los contaminantes que se generen. También cabe destacar que un soldador puede realizar su trabajo en un lugar ocupado por otros trabajadores cuyas tareas estarán o no relacionadas con la soldadura. Estas situaciones requieren un buen análisis de coordinación de actividades empresariales para evitar que los riesgos derivados de las operaciones de soldadura afecten a otros trabajadores.
Los vapores son gotitas de líquido suspendidas en el aire. Se pueden inhalar y, según la sustancia de que se trate, pueden ser sumamente tóxicos. Algunos vapores irritan los ojos y la piel. Algunos son inflamables o explosivos. Hay que aplicar medidas de control para evitar que los trabajadores estén expuestos a vapores desprendidos por líquidos, sólidos u otras formas químicas.
Algunas sustancias químicas están en forma de gas cuando se hallan a temperatura normal. Ahora bien, algunos líquidos y sólidos se transforman en gases cuando se calientan. Algunos gases tienen olores o colores muy fuertes mientras que otros son inodoros e incoloros (y pueden ser sumamente tóxicos). Los gases se pueden inhalar. Algunos gases pueden provocar efectos irritantes inmediatos y otros producir efectos visibles sólo cuando ya se ha producido un daño grave para la salud. Los gases pueden ser inflamables o explosivos. Hay que proteger a los trabajadores de los posibles efectos dañinos de los gases aplicando medidas de control eficaces.
Los COV contaminan el aire y, cuando se mezclan con óxidos de nitrógeno, reaccionan generando ozono, cuya presencia en el aire respirable crea un efecto nocivo proporcional a la concentración. Los compuestos orgánicos volátiles se liberan con la ignición de materiales combustibles, madera, carbón o gas natural. También son liberados a la atmósfera por disolventes, pinturas, adhesivos, plásticos, aromatizantes y otros productos empleados en procesos industriales, creando vapores y gases nocivos para la salud.
Los efectos de los COV sobre la salud humana tienen que ver con el tipo de sustancia, el tiempo-condiciones de exposición y otros factores individuales de la persona expuesta. Los COV se acumulan en diversas partes del cuerpo humano. A corto plazo, pueden causar afecciones ‘menores’, como irritación de ojos, nariz y garganta, náuseas, mareos, dolor de cabeza, fatiga, reacciones alérgicas, molestias gástricas o intestinales, pigmentación de la piel, pérdida de concentración y trastornos de la memoria.
Los agentes biológicos constituyen un factor de riesgo laboral por su capacidad de desencadenar enfermedades, tanto profesionales como del trabajo.
Riesgos Biológicos en el Trabajo: Están constituidos por un conjunto de microorganismos, toxinas, secreciones biológicas, tejidos, órganos corporales humanos, animales y vegetales, presentes en determinados ambientes laborales, que al entrar en contacto con el organismo puede desencadenar enfermedades infectocontagiosas, reacciones alérgicas o también intoxicaciones.
Entre los agentes biológicos que monitoreamos tenemos:
Aerobios Mesófilos
Mohos y Levaduras
Coliformes totales
Coliformes Termotolerantes o fecales
Salmonella
Escherichia Coli
Los riesgos psicosociales se derivan de las deficiencias en el diseño, la organización y la gestión del trabajo, así como de un escaso contexto social del trabajo, y pueden producir resultados psicológicos, físicos y sociales negativos, como el estrés laboral, el agotamiento o la depresión.
Al analizar las exigencias del trabajo, es importante no confundir riesgos psicosociales como una carga de trabajo excesiva con situaciones que, aunque estimulantes y a veces desafiantes, ofrecen un entorno de trabajo en el que se respalda al trabajador, que recibe la formación adecuada y está motivado para desempeñar su trabajo lo mejor posible. Un entorno psicosocial favorable fomenta el buen rendimiento y el desarrollo personal, así como el bienestar mental y físico del trabajador.
La ergonomía es el estudio del trabajo en relación con el entorno en que se lleva a cabo (el lugar de trabajo) y con quienes lo realizan (los trabajadores). Se utiliza para determinar cómo diseñar o adaptar el lugar de trabajo al trabajador a fin de evitar distintos problemas de salud y de aumentar la eficiencia. En otras palabras, para hacer que el trabajo se adapte al trabajador en lugar de obligar al trabajador a adaptarse a él. Un ejemplo sencillo es alzar la altura de una mesa de trabajo para que el operario no tenga que inclinarse innecesariamente para trabajar.
Por este motivo, es fundamental tener en cuenta el factor humano y el diseño de su lugar de trabajo. El diseño del área y puesto de trabajo han de satisfacer las necesidades de la empresa, así como cumplir con las exigencias que refiere el actual marco normativo. Por eso, el técnico en ergonomía debe colaborar con arquitectos e ingenieros en el diseño de las instalaciones, teniendo muy en cuenta sus recomendaciones.